El afecto nunca lo conocí, cuando obedecía y cumplía con mis obligaciones, mis padres me reconocían a través de su alegria y orgullo, para ellos esa era su manifestación de AMOR.
Si tenía buenas notas en el colegio, en la universidad, me portaba bien y lucia impecable era lo que ellos esperaban de mi.
No tomaba decisiones por mí misma, siempre estuvieron condicionadas a lo que “tenía que hacer”, “que ser”, lo que “no debería” y el “que dirán “.
Cuando me case y tuve hijos, tenía guardado en mi inconsciente el chip de “mamá perfecta”.
Nunca me sentía feliz, yo misma me limitaba, me lastimaba por no ser lo “que debería ser”.
Esos ”deberías” y ”que dirán” han girado siempre alrededor de mi vida. Generando temores que me frenaban para ir hacia adelante.
Mi chip cambio cuando entendí que lo que tenía en mi cabeza, no necesariamente era lo que yo creía y que cada persona tiene una manera diferente de ver su vida. Si la vemos de manera positiva y nos flexibilizamos a ciertas situaciones, todo cambiará y como consecuencia lograremos cambios positivos.
Las creencias LIMITANTES a diferencia de las TRADICIONES son Chips subjetivos, rodeados de experiencias anteriores, sustentadas por valores que consideramos importantes. Estas sumadas a nuestros temores e inseguridades, nos estancan en nuestro desarrollo emocional.
La película COCO, nos clarifica esta perspectiva llevándonos a un mundo rodeado de tradiciones, folklore, música y creencias que van de generación en generación.
Te dejo algunos ejemplos de la película COCO de Disney, para esclarecerte estos conceptos.