PACTO DE VIDA – Capítulo 4

Capítulo 4

El Dr. Callier llegó y revisó a Mariella, pidió información al médico de turno.

Luego de observarla le pidió a Ada hablar en privado:

-Sra. Yépez, le doy esta orden para que Mariella se tome estos exámenes, cuando tenga los resultados nos volvemos a reunir, ya la puede llevar a su casa –

Fueron días muy tensos para ambas, tenían que ir de un lado a otro sin saber que iba a pasar después.

Clara, en su casa, pensaba tanto en Mariella como en  Manuel, quien se había despedido de ella diciéndole:- :- Clara, me ha encantado conocerte, te voy a llamar para irnos a tomar unos vinos y conversar-

Como un presentimiento suena su teléfono y contesta: -Hola Clara, soy Manuel, ¿tienes algo planeado para hacer hoy en la noche?¿te provocaría ir a tomar algo y conversar?

-Hasta ahora no tengo nada, me encantaría-le respondió Clara.

-¿Te parece si te recojo a las 8pm.?-

– Genial, te espero-

Clara estaba muy entusiasmada hacía tiempo que no salía con alguien como Manuel, se puso su vestido verde esmeralda que le quedaba muy bien para esperarlo.

Manuel llegó a la hora pactada, al verla se quedó deslumbrado por su belleza:-estás más linda que nunca, soy un afortunado-le dijo coqueteándole.

Durante la noche, entre tragos y copas se comenzaron a contar sus vidas, Manuel también se había esforzado mucho para lograr su carrera y salir adelante, tenía un sentimiento de agradecimiento hacia sus padres, quienes también hicieron lo indecible para apoyarlo.

En cambio Clara le contó lo que había pasado y Manuel empatizo mucho con su dolor, abrazándola y diciéndole: – a partir de hoy yo te voy a proteger, nunca más te van a pasar esas cosas.-

Clara se emocionó tanto que lo miró con lágrimas en los ojos, acercándosele a sus gruesos labios y besándolos con mucho deseo, el cual fue retribuido inmediatamente por Manuel.

Salieron abrazados del bar y en complicidad decidieron ir juntos a un hotel a pasar la noche.

Bastó solamente abrir la puerta del dormitorio para que ambos se revolcaran en esa pasión contenida, besándose , acariciándose y haciendo el amor hasta el amanecer.

Manuel al despedirse de Clara le dijo:-Quiero que sepas que soy un hombre muy formal y lo que ha pasado hoy entre nosotros ha sido como un imán, me he sentido como hacía tiempo no me sentía y me gustaría seguir frecuentándote-

Clara nunca había escuchado palabras tan bellas y respetuosas de un hombre, la imagen que tenía de ellos era muy distante a lo que era y sentía hacia Manuel.

-Manuel, es la primera vez que un hombre me ve como una mujer y no como un objeto para saciar sus placeres, yo también quiero seguir saliendo contigo, es más , siento como si me empezara a enamorar-

Se besaron profundamente antes de despedirse, era como querer quedarse con él y no separarse nunca más.

Para Ada el camino era cada vez más difícil. Mariella se sentía muy cansada, se fatigaba mucho cuando hacía educación física , cosa que no había pasado hasta ese momento.

Ada tuvo que ir a hablar al colegio para informarles de los chequeos de Mariella y que por el momento hasta que el médico le diera los resultados la exoneraran de educación física.

-Mariella, no te preocupes si te fatigas haciendo ejercicios no los hagas, estoy segura que esto es algo pasajero-le dijo abrazándola Ada con mucho amor.

Suena el teléfono de Clara, mientras dormía. Al mirarlo contestó, era Ada.

-Clara, ya tengo los resultados de Mariella, ahora nos vemos a las 3pm en el consultorio del Dr. No sabes lo nerviosa que estoy-

Clara había olvidado completamente la cita de Mariella: -Si Ada ahí estaré acompañándote, no te preocupes, tranquila –

-Gracias Clara, no sabes lo importante que es para mí tu amistad, ahí nos vemos-

Ada estaba tan nerviosa que llegó antes de la hora con Mariella. Ella percibía que algo no estaba bien, no le había querido decir a su madre que además del desmayo y la fatiga, había estado con palpitaciones en el pecho.

Clara  llega acelerando el paso y con cara de preocupación :-Mariella he estado preocupada por ti, ¿Cómo te sientes?

-Bien tía , ya estoy mejor, ha sido solo un susto fácil me voy a ir recuperando poco a poco.-

-Así es mi amor, lo tienes que hacer para poder viajar juntas y conocer sitios preciosos-

-Si tía me emociona mucho esa idea-

Salió el Dr. Callier quien  pidió hablar primero con Ada, quién entró muy nerviosa a su consultorio.

-Dr. Dígame ¿Cómo esta Mariella?-

-Sra. Yépez, el corazón de su hija ya no está trabajando bien, su deterioro se ha acentuado más estos meses, ¿ella no le comentó si se sentía diferente?-

-No doctor, hasta esta caída Mariella ha estado bien-le dijo Ada.

-Qué raro tiene que haber tenido otros síntomas que a lo mejor ha ocultado-

-Me parece extraño porque Mariela siempre me ha contado sus cosas, de repente las ha ocultado para que no me preocupe-

El Dr.Callier salió y llamó a Mariella .Ella ingresó a su consultorio un poco preocupada.

-Mariella, estaba hablando con tu mami y me dice que el desmayo que tuviste es lo único que sentiste o hay otros síntomas que no nos has contado-.

-Mama no quiero decirte esto:-  desde que tengo uso de razón he vivido en consultorios, rodeada de  médicos, enfermeras, ¡¡estoy harta!!, ¿hasta cuándo voy a seguir así?,

-Si Dr. he tenido otros síntomas : palpitaciones y mucha fatiga.-

-Gracias Marielita por decirnos la verdad, te entiendo y me imagino que debe ser muy difícil para ti seguir sacándote análisis y viniendo para acá, te pido algo: piensa que lo hacemos porque te queremos y buscamos lo mejor para ti-

– Si Dr. entiendo- le dijo ella.

-Déjame un ratito con tu mami y luego te llamo para comentarte cómo estás- le dijo el médico.

Al retirarse Mariella, el médico le dice a Ada: -Mira la situación de Mariella es grave, el deterioro de su corazón ha sido gradual hasta ahora, pero no te podría decir en cuánto tiempo ella tendría que recibir otras atenciones y quizás tengamos que llegar a un trasplante.

 Pero no quiero asustarte solo te anticipo para que la observes detenidamente. Tráela  semanalmente para chequearle la presión ,realizarle una observación física y de ahí me irás diciendo como va todo.-

-Dr. por lo que me dice intuyo que a mi hija no le queda mucho tiempo de vida-

– La verdad dependerá de cómo reaccione su corazón con la medicación, cualquier cosa me tienes al tanto-

– Vamos a llamar a Mariella para que se sienta tranquila-le dijo el médico.

El Dr. Callier habló con Mariella:  -esto es algo paulatino, es muy  importante que cualquier síntoma que tengas  por más tonto que te parezca se lo informes a tu madre, ¿de acuerdo?-Mariella asintió.

Al salir del consultorio Clara le preguntó a Ada: -¿ Que te dijo el médico?-

Ada en ese momento quería contarle todo y llorar de impotencia con su amiga, pero se tuvo que comer esos tristes sentimientos como cuchillos guardados dentro de su vientre.

-Todo bien Clara, lo que si él Dr. ha sido bien claro con Mariella:-cualquier síntoma que tengas se lo comentas a tu madre-le dijo.

-¡Que buena noticia Mariella!, cuando menos te imagines estarás muy bien-le dijo Clara

-No tía, no voy a estar mejor, lo sé , Mamá yo sé qué haces lo imposible para que yo esté bien y eso me da fuerzas y me  demuestra lo mucho  que me amas-

Ada respiró profundamente, a pesar de que estaba invadida de temor y pena le respondió:-Mariella no te puedo decir si vas a estar mejor, hasta ahora has hecho tu vida normal, ¿no es así? tienes que tener paciencia, yo confío que esto pasara-la abrazó y besó.

-Gracias mamá- le respondió Mariella con una sonrisa.

Clara se había quedado inquieta después de la noticia de Mariella, pero no se sentía deprimida, estaba más fuerte que nunca para apoyar a Ada y con la ilusión de una nueva relación que podía tener un buen pronóstico.

Luego de acostar a Mariella , Ada se sentó en el sillón de la sala en donde se encontraba Manuel .Comenzó a pensar en todos los momentos maravillosos que había vivido al lado de su hija y lo que había aprendido gracias a ella: a amar la naturaleza, a disfrutar la fragancia de las flores, el placer de la simpleza, de las risas tontas, del ocio compartido, de la inocencia de los animales, de un día más para celebrar la salud, la paciencia permanente y sostenida para no mirar más adelante sino el presente, el hoy.

Manuel que sospechaba que  Ada estaba triste por lo acontecido, la abrazó y la beso:-Ada, tú sabes que Mariella y tu son lo más importante para mí, hay que tener esperanza, a lo mejor las cosas se van arreglando en el camino y sino haremos lo indecible para que pueda sobrevivir.-

-Gracias Manuel, te quiero mucho- le dijo apoyando su rostro sobre el hombro de su hermano.

Clara había llegado a su casa después de trabajar y además de estar preocupada por Mariella, pensaba en Manuel, que no la había llamado desde el día anterior.

Se empezó a sentir muy inquieta, la desconfianza la invadía: -quizás no me haya llamado porque ya no le intereso, no sé si llamarlo- pensaba.

 De manera impulsiva cogió el teléfono y decidió hacerlo:- Manuel, ¿me puedes decir que ha pasado?,  ayer no supe nada de ti- increpándole fastidiada.

-Clara, no ha pasado nada ¿Por qué me hablas así?-

-Perdón amor, es que lo de Mariella me tiene muy preocupada- le dijo cambiando de tono.

-Si a mí también, ¿Qué te parece si nos vemos en la noche y nos relajamos un poco?-

-Claro amor, te extraño mucho-

-Yo también, te recojo a las 8 pm-

Manuel recogió a Clara , durante el camino observó que estaba  ojerosa y  no estaba tan deslumbrante como en otras oportunidades, entonces le preguntó: -Clara ¿ estás bien?-

-Manuel¿ por qué me preguntas eso a cada rato? ya te dije que estoy bien-  le respondió a la defensiva frunciendo el ceño.

-Clara, así no vamos a ningún lado, te regreso a tu casa y mañana conversamos- le respondió Manuel fastidiado.

 Clara lo miró y le dijo:-¿Qué te he hecho?, estás buscando una excusa para ya no estar conmigo- llorando descontroladamente.

-Clara, discúlpame no fue mi intención ,no quiero dejarte así-

-¡Déjame en mi casa, no quiero saber nada de ti!-bajando del auto y tirando la puerta bruscamente.

Manuel se quedó pensando , había tenido novias pero nunca se había sentido tan mal por nada: – quizás esté susceptible ya se le pasará – pensó.

Ada se encontraba en su oficina cuando  recibe una llamada del colegio de Mariella: -Buenos días Sra. Yépez queríamos informarle que su hija Mariella se encuentra en la enfermería.

– ¿Qué paso? -Preguntó Ada nerviosa.

 Salió del salón de clase diciendo que iba al baño. Al no regresar fuimos a buscarla y la encontramos en el suelo inconsciente. La llevamos a la enfermería y le pusimos compresas de alcohol. A buena hora reaccionó y está descansando, sería bueno que la recogiera y llevara al médico-

-Si claro, voy en este momento- contestó .

Ada salió apresurada a buscar a Mariella,  cuando la vio estaba muy pálida : – Amor ¿Qué te ha pasado?-

-No se Mami, me sentía mal, le dije al profesor que iba al  baño cuando entré perdí las fuerzas en mis piernas y me desvanecí-

-No te preocupes vamos a buscar al Dr. Callier para que te vea-  le dijo cogiéndole cariñosamente su larga cola.

De nuevo sentadas en esa sala de espera, en donde Ada había pasado muchos  años  trayendo a Mariella, llena de esperanzas, de no darse por vencida,  esperanzada en que el momento del trasplante nunca llegue.

Cuando ingresan al consultorio del Dr Callier  Ada le cuenta lo sucedido, quien volvió a revisar a su hija.

-Mariella, otra vez fastidiándote el corazón, a lo mejor estás enamorada por eso late tan rápido- le bromeaba el Dr.

Ella reía mucho, le encantaba la personalidad del Dr. era muy paciente y amoroso con ella.

-A ver Srta. Si nos pudiera esperar afuera se lo agradecería-

 -Sra. Yépez, todo  esto es consecuencia de lo mismo, seguiremos observándola-

A pesar de su fortaleza, Ada mientras manejaba  de regreso a casa se comía sus propias lágrimas, pero no era el momento de hundirse en la pena, no la ayudaría ni a ella ni a su hija.

Ada llamó a Clara a contarle lo que había sucedido. Clara la escuchó con atención empatizando con su situación: -Ada, tú necesitas relajarte, voy para tu casa y así conversamos- le dijo.

Mientras manejaba pensaba: – No puedo seguirle ocultando a Ada sobre lo mío y de Manuel se lo contaré ahora-

Cuando llegó abrazó y beso a Ada, fue a buscar a Mariella: – Hola linda,¿ te sientes mejor?-

-Si tía no te preocupes-

-Te traje algo que te encantará , míralo- entregándole un regalo.

-Al abrirlo se quedó con la boca abierta: -¡ Qué lindo cuadro! , me encanta-

Era un cuadro en el que dos mujeres se miraban cara a cara y una le entregaba su corazón a la otra.

-Yo lo hice para ti, representa al amor , que es el que le tengo a tu madre y a ti, si pudiera verte sana hasta mi corazón te daría- le dijo con los ojos llorosos.

-Mariella la abrazó y besó y le dijo:-Si mi corazón estuviera sano también te lo daría –

-Gracias amor yo lo sé-le respondió Clara con ternura.

Clara al ver a su amiga mas tranquila aprovechó en decirle:

-Ada quizás no es el momento apropiado, te quería comentar que Manuel y yo estamos saliendo en serio y hemos hablado de irnos a vivir juntos-

Ada se quedó sorprendida le parecía extraño que Manuel no le hubiera comentado nada al respecto, pero por otro lado la situación le daba mucha alegría por ambos.

-Clara, me da mucha felicidad que esto esté ocurriendo, estoy feliz por ti y por mi hermano, sería lindo ser hermanas políticas. ¡Esto lo tenemos que celebrar!-

A Manuel le quedaban dos  semanas  para regresar a Washington, estaba muy preocupado por su hermana y su ahijada, no quería separarse de ellas en este momento tan difícil.

Lo desconcentra una  llamada, era Clara:-Hola amor, te he extrañado mucho, me gustaría tener otra noche fogosa contigo-le dijo Clara.

-Hola Clara, ¿estás mejor?-

-Si te quería comentar que hablé con Ada y le comenté de nuestra relación y de nuestros planes para vivir juntos-

Manuel se quedó mudo, no entendía sus cambios de estado de ánimo , además era muy pronto para hablar de planes.

-Clara yo también quiero verte, j estoy un poco confundido!-

-¿porqué? – le respondió clara.

-te fuiste bruscamente la otra noche , es más creí que ya no querías estar conmigo, pero ahora me llamas y me dices que le has contado todo a Ana-

-Si amor, tuvimos una desavenencia,  pero te sigo amando y quiero irme a vivir contigo-

– Creo que te estás adelantando mucho, estamos saliendo hay que conocernos más para poder tomar una decisión –

A  Clara  no le gustó el comentario de Manuel, su voz se tornó llorosa y le dijo: -Bueno Manuel te dejo, no te fastidio más-

-¿Clara? quedándose desconcertado. Cada vez le resultaba más complejo comunicarse con ella  y sentía que le era muy difícil entenderla-

Esa tarde Manuel había recibido a Mariella del colegio, mientras Ada trabajaba.

  Ada, había llegado muy cansada , Manuel consideró conveniente comentárselo.

-Ada cuando Mariella llegó del colegio la vi  muy fatigada,  tenía una tos rara y no quiso almorzar , se fue a su cuarto y hasta ahora sigue durmiendo , sería bueno volverla a llevar al médico.-

– Si quieres mañana yo la puedo llevar para que vayas a trabajar tranquila-

-Ah  Manuel, ¿Qué voy a hacer sin tu apoyo?-

-A mí también me preocupa mucho, a propósito Clara me comentó que habló contigo-le dijo Manuel.

-¡Felicitaciones hermano! por fin sentarás cabeza –le dijo Ada.

-Ada, creo que Clara se está haciendo ideas de las cosas, tú me conoces yo no hablo por hablar, recién la conozco, todavía no podemos hacer planes-

-Ojalá funcione lo de Uds.-le contestó Ada sonriendo.

Manuel la miró sonriente:- si a mí también me gustaría mucho que esto funcione, aunque ayer que conversamos la percibí extraña, a lo mejor le afecta mucho lo de Mariella-

Manuel llevó a Mariella al Dr. quien la revisó y le sugirió la tuvieran en observación.

-Manuel, yo sé que ama mucho a su hermana y a su sobrina, no lo quiero asustar pero esta situación va a seguir empeorando, con esto no le estoy diciendo que se quede, pero sí que lo tome en cuenta-le dijo el médico.

-Muchas gracias Dr. Lo pensaré-

Regresando con Mariella a casa, ella le dice:-Tío sé que te preocupamos, pero tú tienes que seguir tu vida y nosotros la nuestra, vas a ver que cuando vuelvas nos podremos ir a la playa como lo hacíamos antes-

Manuel miraba por el parabrisas el camino y sus ojos estaban enrojecidos de rabia y dolor.

(Continuará)

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