Mis errores Y tristezas te los atribuía a ti.
Por tu falta de conocimiento bien intencionado.
Mi poca madurez y valentía, me llevaron por un camino que nunca quise conocer.
Fui la raíz de tu árbol caído que te mantenía en pie con esperanza.
A veces era tan sensible que te necesitaba y otras tan fuerte que nada me tumbaba.
Fuiste y eres mi espejo: cuando fui madre replicaba mi crianza, la cual yo misma había criticado.
Habían momentos en que me sentía peor madre que tu admirando tu templanza y manera de resolver conflictos que yo aún no lograba.
Hoy me miro y te miro : somos dos gotas de agua, hemos evolucionado juntas.
Cuando curaba mis heridas tú hacías lo mismo con las tuyas.
Cuando empecé a valorar todo lo que tenía: tu amor, el amor de mis hijos y el de mi esposo, tu perdonaste y empezaste a gozar la vida.
Ahora siento lo que tú sentiste cuando tomamos nuestro propio rumbo para construir una nueva familia.
El haber aceptado no poder hablar conmigo y esperar a verme para hacerlo.
El seguir contemplando mi vida desde una cámara y siendo feliz por ella.
El extrañarme y entender que mi vuelo fue para algo mejor.
Sentirte agradecida por verme feliz,
Te agradezco mami por haberme dejado ser FELIZ.
Gracias, te amo,
Matty