¿PELEAS O CALLAS?

¿Callas o no respondes para llevar la fiesta en paz?

¿Te pones los guantes de box para empezar el ring?

Si callas: guardas resentimientos, rencores, aguantas hasta el grado de que podrías enfermarte.

Si estás a  la defensiva esperando que el otro conteste para sacarle los trapos al aire: sientes ira, frustración generándote sentimientos de remordimiento.

Este tipo de actitudes se presta a malas interpretaciones e inclusive a manipulación de parte del otro.

Ambas situaciones no nos ayudan a mejorar nuestros vínculos con las personas de nuestro entorno.

El punto medio e ideal es

LA ASERTIVIDAD: comportamiento que poseen algunas personas de comunicar y defender sus propios derechos e ideas, respetando a los demas.

Si  peleas y tienes razón si reaccionas mal y fuera de control. ¿Quién pierde?

Obviamente tu.

Por ejemplo:  en una partida de ajedrez tú sabes q estás ganando pero detectas que tu contrincante ha hecho trampa, en vez de avisar al supervisor sobre esto, decides resolverlo tú mismo, gritándole “tramposo”  tirando el tablero.

En el caso contrario volviendo al mismo ejemplo, se presenta la misma situación , pero a diferencia del caso anterior, detectas la trampa  te quedas callada y sigues jugando. Estabas ganando pero pierdes porque esa tramposa jugada te condujo al fracaso.

Estos nos sucede en todos los momentos de nuestra vida: con nuestros padres, hermanos, pares, amigos , pareja y CON NOSOTROS MISMOS.

¿Cómo?

O nos destruimos por dentro acentúando nuestros defectos y debilidades.

O nos resignamos x q nunca vamos a ser como queremos.

Ser asertivo es estar en el medio de esas dos situaciones extremas es parte de ser empático.

¿Cómo deberíamos comunicarnos para que las situaciones se resuelvan de manera adecuada.

Decir las cosas de manera :

HONESTA.

DIRECTA.

CORRECTA.

RESPETANDO LAS OPINIONES Y CREENCIAS DEL OTRO.

Toda acción genera una reacción, preguntarse: ¿Cuál ha sido mi cuota de aporte para recibir esa respuesta?

Racionalizar nuestras emociones, para planificar los mensajes que daremos.

Aprender a aceptar cambios.

Si nos equivocamos “pedir disculpas”

Siendo asertivos:

Mejoraremos vínculos con la otra persona.

Mejorará nuestra autoestima por sentir que hemos podido manejar situaciones difíciles.

Generará confianza en ambas partes y respeto.

Pelear o callar no es la solución, diciendo lo que sientes de manera controlada y asertiva verás que logras mucho más de lo que esperabas.

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