Capítulo 3
Habíamos cumplido un año de relación y Tomas me invito a comer , lo veía un poco nervioso pero pensé que era uno de sus días post- juerga con los amigos.
Durante la comida me dijo:- Clara, mi amor , tú sabes que eres muy importante para mí, eres la mujer que siempre desee, ¿te quieres casar conmigo?- sacando de su bolsillo una cajita con un anillo de compromiso que al parecer le había costado mucho dinero.
Mi mente en ese instante solo pensaba en ese momento que tanto había esperado, el casarme era una ilusión para mí y hoy se estaba haciendo realidad.
-Tomas no me esperaba esto, yo también te amo ¡ si me quiero casar contigo!- le respondí emocionada.
Nos miramos y nos dimos un beso, en ese momento se acercaron los mozos del restaurant y trajeron una botella de champagne con copas para brindar y un muchacho joven vino con su guitarra y comenzó a tocar la canción que nos gustaba a los dos:-“Imagine” de John Lennon. Fue todo maravilloso, Tomas se había esforzado mucho para hacer de este momento algo inolvidable y lo logró.
Cuando llegue al departamento, se me vino a la mente que si me casaba este año me faltarían dos años para acabar mi carrera , eso generó en mí una duda que tenía que compartirla con él, mi carrera no era negociable, me había costado mucho esfuerzo llegar hasta ahí y no la dejaría inconclusa.
Habíamos quedado con Tomas en ir a contarle la noticia a sus padres. Esa tarde me vino a recoger, cuando ingrese al auto le dije:-Tomas hay algo que tenemos que aclarar antes de casarnos-
-Dime lo que quieras, tus deseos son órdenes-me respondió con sarcasmo.
-¡Tomas! No estoy bromeando! me he esforzado muchísimo para haber concluido estos tres años de carrera y no me casaré contigo hasta que me garantices que la voy a completar-le dije.
-Clara, no te voy a frenar, terminarás tu carrera como debe ser-me respondió.
Sentí un alivio interior, no sé porque pensé que no estaría de acuerdo. Después de esta respuesta positiva comencé a disfrutar estos momentos tan emocionantes que estaban transcurriendo en mi vida.
Finalmente nos casamos, fue un matrimonio de película, Tomas no escatimó en nada, no pude contactarme con mis hermanas, intenté buscarlas pero no lo logré .
Solo invité a mis amigas más cercanas, Tomas en cambio estuvo rodeado de su familia y amigos.
Nos fuimos a vivir a su departamento, un dúplex ubicado en una zona residencial que juntos terminamos de remodelarlo a nuestro gusto.
Los dos primeros meses de casados fueron una luna de miel permanente. De repente todo dio un giro radical, sabía que habían cosas que sucedieron antes de casarnos, pensé que eran porque estábamos solteros y que al casarnos iban a cambiar, pero No, continuaron y se acentuaron más.
Asistía sin falta a la universidad y tomaba trabajos de modelaje para seguir pagándome mis estudios, a pesar de que Tomas me ofreció en un momento pagármelos para dejar el modelaje, felizmente no lo hice.
Empezó a mentir, se quedaba trabajando hasta tarde, se olvidaba de llamarme, cuando llegaba a la casa con las justas me saludaba, no hablaba y se echaba a dormir. Otras veces llegaba muy agresivo y me gritaba sin razón. Todas estas actitudes me comenzaron a volver más insegura, más sola, más objeto.
Una noche eran las 3 de la mañana, sentí a Tomas abrir la puerta y como venía irritable decidí hacerme la dormida, pero él no estaba solo, escuché dos voces más. Había venido con amigos, me levanté sin hacer ruido y me acerqué a la puerta que daba a la sala y efectivamente no los conocía, estaban ebrios y drogados.
Regrese a mi cama y traté de dormir pero no podía, hacían mucha bulla . Luego de dar vueltas para conciliar el sueño sentí una paz tremenda:- se habían ido-pensé-, quedándome profundamente dormida.
Algo me despertó , sentía unas manos tocando y recorriendo mis piernas y nalgas, su cuerpo se echó sobre mi espalda, sentía su hedor a alcohol que jadeaba al lado de mi cuello , me paré con mucha rapidez y me agarró del cuello, tirándome bruscamente contra la cama. Empezó a penetrarme de una manera brutal, sentía que me iba a reventar por dentro. Gritaba de dolor y me decía -cállate perra-, ahí me di cuenta de que no era Tomas, era uno de los amigos que había venido con él.
Cuando todo terminó, él se fue del cuarto, quedándome muy adolorida y sangrando, todavía escuchaba las voces de ellos en la sala, salí del cuarto y vi a Tomas tirado en el sillón durmiendo.
-Ahí estaba él, ese hijo de su madre que me violó a la fuerza y un marido que solo le importaba él mismo-pensé.
Salí con una furia hacia la sala para desenmascararlo, el fulano me agarró y me dijo: – Mira a mí me importan un pepino tus amenazas-, el amigo de ellos que estaba ahí a pesar de su ebriedad lo cogió y le dijo- vámonos, déjala tranquila –
Abrieron la puerta y se fueron. Me quede llorando de impotencia viendo a Tomas tirado en el sillón ebrio y drogado, inmutable e indiferente al peligro de traer a esos amigos a casa.
Me provocaba en ese instante coger mis cosas e irme y dejarlo ahí con su mundo lleno de vicios y egoísmo . A veces uno puede llegar a extremos dejando de lado su seguridad , su persona , su dignidad , por el temor a quedarse sola y tener aunque sea una relación , sentir que alguien te acompaña en tu propia soledad-
Aguante un año de maltratos, celos, impotencia, furia, odio, llegó a encerrarme con llave en el departamento para que perdiera un contrato importante de modelaje que me sacaría de ese hueco sin fin.
Lidia me llamaba permanentemente, no le contestaba las llamadas , no quería involucrarla en este infierno.
Terminé mi carrera y sin decirle nada cogí mi maleta, mis cosas más importantes y la llamé :
-Lidia hola soy clara –
-¿Clara?, te borraste del mapa, ¿te he llamado mil veces, donde has estado?-me respondió.
-tenemos que hablar- le respondí.
-Es que ahorita no puedo me estoy yendo a Miami en 3 días, tengo un contrato por una semana, ahí podríamos vernos-me dijo.
-Es que Lidia…….- le respondí llorando con la voz entrecortada.
-No tengo a donde ir-le dije.
– Te siento muy mal, ven búscame y te doy las llaves de mi depa para que estés ahí hasta que regrese, tú sabes que te quiero como una hermana-me dijo
-Gracias Lidia, gracias, sabía que podía contar contigo-le respondí llorando.
Continué trabajando en modelaje mientras buscaba trabajo. Contraté un abogado y le pedí a Tomas el divorcio.
Por supuesto, él no quería, aducía que yo lo había abandonado y que seguro andaría por ahí con alguien porque lo único que me importaba era el dinero.
Mis oídos ensordecieron para no escuchar y poder continuar con ese doloroso proceso.
Conseguí un trabajo en un estudio de abogados, era una principiante y mi sueldo era muy básico, pero tenía claro que los inicios de cualquier carrera eran difíciles y había que esforzarse mucho para ir avanzando en ella.
Ada, al verla sufrir tanto mientras le contaba su vida, la miró con mucha ternura y abrazó a Clara con todo el amor interno que tenía y había recibido.
-A partir de hoy, tienes una amiga incondicional cuenta conmigo siempre, lo que necesites ahí estaré-le dijo Ada.
-Hoy me he sentido amada, gracias por tu amistad, la valoro mucho- le dijo Clara llorando.
Ese fue el inicio de una amistad, sincera, sin condiciones, situación que las hacía muy felices a ambas.
Los fines de semana lo compartían siempre con Mariella. Clara llegó a querer a Mariella como una hija, habían formado una familia, ya no estaban solas.
Mariella cumplía 15 años y Clara decidió hacerle una gran fiesta en su pent-house, Ada le agradeció el detalle, pero siempre le decía:- Clara entiendo que quieras a Mariella como una hija, pero no estoy de acuerdo en darle tanto, su realidad es más sencilla, es lo que yo le puedo dar-
-Ada, yo soy su tía favorita y lo hago con mucho amor “a caballo regalado no se le mira el diente”-
Clara llevó a Mariella a comprarle el vestido para su quinceañero: – tía Clara, este vestido me encanta- al ver la etiqueta del precio se hizo la que no le gustaba, escogiendo otro más cómodo.
-Mariella, no hay más que hablar llevarás el que te encanto-le dijo.
-Pero….tía-le respondió angustiada.
-Nada, por favor envuélvamelo para llevarlo-le dijo al vendedor.
El vestido le quedaba glorioso , era de color crema, de corte clásico y acentuaba muy bien su rostro y curvilíneo cuerpo. Era muy atractiva, alta y con tacos era mucho más llamativa, ya era una mujer.
Para Mariella fue el mejor regalo que le hubieran hecho, rodeada de todas sus amigas y amigos del salón, se sentía una reina. Su tío Manuel , su padrino, hermano de Ada, había venido de Estados Unidos para celebrar 15 años. La fiesta se inició con el baile de Mariella y Manuel. Mientras Clara los veía bailar pensaba:- es un hombre muy atractivo, me encanta su sonrisa y me encanta el trato tan dulce que tiene con Mariella.
Al terminar el baile Clara aprovechó la situación para sacarlo a bailar y Manuel accedió.
Manuel era soltero, bastante atractivo, había estudiado ingeniería de sistemas y tenía un puesto de trabajo importante en una empresa transnacional de computadoras en Washington.
Se quedó deslumbrado con Clara, por su elegante y sofisticada belleza, además Ada le había hablado mucho sobre ella y la estrecha relación que tenía con Mariella.
-Por fin nos conocemos Manuel, Ada me ha hablado mucho de ti-
-Así es y también te conozco a través de ella, me dijo que eras hermosa pero no pensé que tanto-
Clara se ruborizó y le dijo:-me dijo tus virtudes pero desconocía tus atributos físicos –
Manuel se reía mientras hacía girar a Clara en la pista de baile.
Ada estaba muy feliz al ver a Mariella rodeada de sus amigos y bailando con todas sus ganas.
En un momento inesperado, Mariella cae desmayada en la pista de baile.
Ada pegó un grito:-por favor ayúdenme-
Manuel fue el primero en recoger a Mariella del suelo y la metió en su auto , Ada salió con Manuel dirigiéndose a la clínica .Clara fue detrás de ellos.
Ingresaron por Emergencias e inmediatamente le inyectaron suero y le colocaron una
Mascarilla de oxígeno, para que sus niveles se estabilicen.
Ada llamó al Dr. Callier -Dr. Soy la Sra. Yépez, Mariella se ha desmayado, estoy en la clínica, está ahorita en emergencias ¿podría venir a verla por favor?-le dijo suplicándole.
Ada sintió un alivio cuando el Dr. Le dijo que iría, pensaba : – No entiendo hasta ahora Mariella ha estado bien, ¿Qué puede estar pasándole?,-
Clara cogió la mano de su amiga y le dijo: – Solo hay que esperar- abrazándola en su tristeza. (continuará)