Me encapriche y como si me fuera a dar un berrinche decidí no hacer nada.
Decidí quedarme paralizada y llena de pensamientos terroríficos, gastando toda mi energía en pensar que algo malo me pasaría.
Me perdí en el camino de los demás, olvidándome del camino que yo quería tomar.
Todo lo que había planeado hacer se paralizó porque me distraje: solucionando problemas que no eran de mi incumbencia, no pudiendo decir “no” cuando tenía muchas cosas pendientes.
De auto criticarme y sentirme incapaz porque prefiero vivir en el anonimato. Tengo miedo a equivocarme, a hacer las cosas mal. Creo que para mi nunca es suficiente, tengo muchos «deberías» clavados en mi mente que aún no me dejan en paz.
No quiero seguir siendo la niña asustada que ve fantasmas debajo de su cama. Quiero ser la mujer fuerte , segura y Libre de ese pasado que mi niña ve como aterrador.
Hoy crezco, maduro y esos monstruos de mi pasado que cree en mi mente , son oportunidades de demostrarme que puedo enfrentarlos.
Te abrazo y te beso niña porque estás conmigo, te protegeré, ya nada te pasará.