¿Cómo hice para entrar en tu Mente? (Parte III)

El colegio:

Nos recomendaron para ti un colegio que iba con tu personalidad inquieta, desafiante y creativa, un colegio regular en donde predominaba la solidaridad y la estructura, que era lo que necesitabas.

Te presentamos, te evaluaron e ingresaste, no podíamos creer que estabas ahí, al principio nos costó entender la filosofía del colegio, el sistema era diferente, pero cultivaban principios muy importantes como: el amor a la naturaleza , el cuidado al medio ambiente, el comer saludable, el compañerismo y el poder hacer cosas bellas con cosas simples, que mientras más sucio llegaras a casa, más habías disfrutado tu recreo con tus amigos y amigas, cosa que yo antes consideraba falta de disciplina, pero que es parte de ser niño y muchas veces nos equivocamos no dejando que nuestros hijos experimenten cosas propias de su edad.

Te adaptaste muy rápido y eso afirmó lo que pensábamos de tu colegio, lo que si te costaba y te cuesta hasta ahora era  interactuar con otros niños. Tenías la intención que todos fueran tus amigos,  pero tus juegos eran muy individuales, tenías tus propias reglas, las cuales no sabías explicar y querías que te sigan y hagan lo mismo que tú . Como varios niños no lo hacían, porque no entendían tu juego, te molestabas y te apartabas de todos, sentándote molesto, escondido detrás de uno de los árboles del jardín del colegio, diciendo que nadie quería jugar contigo.

Es muy duro escuchar eso de un niño y más aún si venía de tí, quería en ese momento que te entiendan, pero si lo miraba objetivamente yo tampoco lo hubiera entendido, entonces me di cuenta que había que ayudarte y explicarte las razones:- Joaco, escúchame,tus amigos no están contra ti,  ellos también tienen el mismo derecho que tú de decidir a que quieren y no quieren jugar, ¿te gustaría que uno de ellos te obligue a jugar algo que tú no quieres?, ellos te quieren, pero no siempre van a seguirte en todo:-ya mami está bien-me contestaste.

Nunca me voy a olvidar, que ese año conociste a un amigo muy especial, el inicio de la amistad fue una pelea. Cuando te recogí  del colegio me contaste lo que había sucedido y estabas muy triste por eso. Felizmente su mami estaba ahí, ambas conversamos sobre el tema, decidiendo hablar con los dos. Así empezó una bella  amistad , que hasta el día de hoy sigue y estoy segura seguirá, porque ambos se quieren mucho .

Tenías otro amiguito muy noble pero querías, también, que haga lo que tu le  decías. Admiraba  su paciencia , escuchaba tus monólogos ,que  en ese momento eran sobre los animales, y siempre estaba contigo. Hasta ahora está en tu clase, pero yo creo que  ya se rebeló y te dice claramente si quiere o no jugar contigo. Creo que es importante que te des cuenta que así como a ti te gusta tu espacio para pintar, para armar tus legos, para jugar con tus soldados o tus Star wars, tus compañeros también lo necesitan igual que tú y siempre te haré la pregunta»empática» : ¿te gustaría que eso que hiciste te lo hagan a ti?. Entonces te quedas mirándome con tus ojos grandes y tu mirada clara y me respondes “no sé “, pero sé que es “si” porque  nunca das tu brazo a torcer.

 Ahí me empecé a dar cuenta que tenía que invitar a amigos de tu clase a casa para ver cómo manejabas tus habilidades sociales con ellos e intervenir para que te dieras cuenta de ello. Te peleabas con ellos porque querías que jueguen solo lo que tu querías jugar, no te gustaba que toquen tus legos porque decías que se perdían las piezas, te picabas cuando te ganaban en un juego de mesa o cuando te descubrían alguna trampa que hacías para no perder. Y cuando te reclamaban, te picabas y los gritabas. Cuando eso sucedía, yo entraba a tallar y les preguntaba -¿que ha pasado?- Me contaban todo y tu corrías y te encerrabas en el baño, te tocaba la puerta, me abrías  y hablábamos.

Al darte cuenta de tu error, llorabas con mucho dolor ,cuando se te pasaba, te sentías avergonzado y no querías que vieran que habías llorado. Mientras tanto, tus amigos maravillosos, estaban sentados en el sofá de la salita de juegos muy preocupados y esperando que salgas. Cuando salías les pedías perdón , te abrazaban y te decían:- Joaco no te preocupes, nosotros te queremos y te perdonamos-.

Esto me hizo aprender y sigo aprendiendo, que siempre hay bellas personas que se cruzan por nuestros caminos y hay que valorarlas y atesorarlas dentro de nuestro corazón. Considero que esa nobleza y entendimiento que viene de los niños, es consecuencia de los valores que sus padres les transmiten en casa.

El engreimiento de padres mayores y hermanas universitarias, consiguieron que te creas el rey de la casa, cuando quedábamos contigo en algo y cambiábamos de planes a última hora o te habías obsesionado con el último libro que había salido del Récord Guiness y justo pasábamos por una librería y no te lo comprábamos, explicándote las razones, reventabas en cólera, hacías pataletas, te tirabas al suelo llorando y no había forma de sacarte de ahí , tu papi te tenía que cargar y llevarte llorando al carro para irnos y si era en la casa, hacías lo mismo, pero sumándole que tirabas los juguetes por todo tu cuarto.

 Estas conductas comenzaron a ser continuas, tratábamos de controlarlas, pero cada vez se nos hacía más difícil, tus berrinches y pataletas iban en ascenso, al grado de que empezaste a golpearte a ti mismo. Es ahí donde decidimos pedir ayuda y nos recomendaron a  una psicóloga conductual, una bella persona ,con mucha experiencia, que hasta el día de hoy nos sigue apoyando, a quien estamos muy agradecidos .

Te evaluó y saliendo con ella de la consulta , nos dijo: – ya le he dicho a Joaquin que él no tiene corona, que si se toca la cabeza no la tiene, por lo tanto él no decide, deciden Uds. Como pareja Uds. tienen derecho de salir solos y no necesariamente con él.

En ese momento nos dimos cuenta, que no éramos los 3 para todo y que parte de su aprendizaje iba a ser ayudarlo a que sea autónomo, ya que nosotros no íbamos a estar al lado de él para siempre.

¿Qué significa para mí autonomía en un niño Asperger?

Tu siempre has sido más inmaduro que otros niños de tu edad, por eso siempre has congeniado más con niños más pequeños , según mi propia experiencia significa: no hacerte las cosas, sino estar ahí para que las hagas, hacerte  seguimiento hasta que instaures esa disciplina en tu mente, dejarte  hacer tus cosas solo , pero observándote para que adquieras seguridad en ti mismo.

Dejar que hagas las cosas por tu cuenta, sin guiarte, sin enseñarte, asumiendo que no necesitas guía ni orientación ,que hagas las tareas por tu propia iniciativa, que aprendas a socializar mirando a otros niños sin decirte en qué fallaste, para que tu cerebro literal procese que lo que hiciste en esa situación no era lo adecuado , que si llegas a un sitio y no saludas no te dirán que eres malcriado, pero lo pensarán, que si desde niño no te enseñé la importancia de las palabras mágicas GRACIAS y POR FAVOR y no hago que las practiques con las personas con quien tu interactúas, nunca sabrás que las tienes que utilizar.

Por esa razón, aunque no te guste y pienses que soy antipática, porque no tienes filtro y me lo dices, estaré ahí contigo hasta que esté segura que lo ¡lograste!.

Las Actividades:

La vida es una constante paradoja, hay situaciones que nos agradan y otras que no nos agradan tanto, pero nos sirven para seguir avanzando en nuestras vidas y aprendiendo cosas nuevas.

Tú sabes que a mí me gusta llevar una vida sana y que considero que hacer algún tipo de actividad física diariamente no solo te ayuda física sino psicológicamente también.

Por esa misma razón, desde que tenias 3 años te metí a la piscina, para que aprendieras a flotar y no le tuvieras miedo al agua.  Mis  retos contigo en los deportes, han sido retos de verdad, tuve que dejar de lado lo que pensaran los demás de ti o de mí y enfocarme en lo que era realmente importante: que aprendieras.

Mientras estabas conmigo te sentías seguro en el agua, el problema empezó cuando comenzaste a crecer y ya no eras bebé sino niño, querías que siga entrando contigo a la piscina, la profesora de natación me sugirió que te mirara, pero que te dejara con ella. Empezabas obedeciéndola, pero al ratito que ella miraba a otro niño, tu ya te estabas saliendo de la piscina, agarrando los juguetes que ella utilizaba para la clase y tirándolos a la piscina.

Como  comprenderás , al no dejarte seguir haciendo eso, te molestabas conmigo y te tirabas al lado de la canaleta a llorar. Yo sabía , que si te dejaba hacer lo que quisieras para que pararas la pataleta, perdía, porque me la ibas a hacer SIEMPRE. Así que te saqué de la piscina, te cambié y te llevé a casa.

Durante 8 años que has estado en clases de natación, salían cosas nuevas como: si tenias nuevo profesor, te lo/la  tenía que presentar antes de entrar a su clase (obviamente yo también recién lo/la conocía, pero tenía que presentártel@ igual) ,sino no había forma de convencerte que hagas clases con el/ ella.

Te distraías mucho durante la clase, lo que hacía que tu nombre fuera mencionado durante toda la hora por el instructor, pero no eras el único distraído, creo que el pobre instructor llegaba a su casa con dolor de garganta por todos los gritos que había tenido que dar durante su clase.

Realmente, gracias a esas bellas personas que tuviste de entrenadores y que tuvieron la paciencia de guiarte, es que hoy sabes nadar muy bien .

Siempre has sido muy flexible y rápido, eso hacía que en tus clases de karate te fuera muy bien, aprendías los Katas con mucha facilidad (siempre has tenido muy buena memoria), pero así como habían días que estabas muy receptivo y de buen ánimo, otros estabas temperamental y fastidiado, por lo que en ese momento te entraba tu combinación rebeldía/mal humor y el resultado era la hecatombe.

En una de tantas evaluaciones en las que participabas para cambiar de cinturón, te esforzaste mucho, porque en tu mente tenías como objetivo el cinturón naranja, cuando en realidad te tocaba el cinturón amarillo con 3 puntas naranjas , un paso antes para ese cinturón.

A la semana  se dió la entrega de diplomas y se realizaron los cambios de cinturón, cuando te tocó tu turno, el Sensei te felicitó y sacó inocentemente el cinturón que te tocaba , te lo quiso cambiar por el anterior, pero no lo dejaste, le dijiste que era injusto y que no querías ese cinturón porque no era el que te correspondía , tirándolo al suelo.

Pobre Sensei, le veía la cara de asombro , en ese instante tu impulsividad ni más ni menos te hizo correr y tirarte por la escalera de caracol del 3er piso al primero, no sé cómo llegué, pero te coji en el aire, todos los papás de los otros niños nos miraban y un señor muy amable, que estaba al lado de la escalera, me ayudó a subirte. Lo único que pude hacer , fue agarrarte fuerte de la mano y retirarnos, luego conversé contigo apelando a tu racionalidad y entendiste. Lo positivo en ti es que debido a tu aguda inteligencia ,es que siempre quieres ser mejor y esas experiencias, que a veces te hacen sentir mal, terminan siendo lecciones de aprendizaje.

¿Qué aprendí yo?, la próxima vez tengo que adelantarte y decirte cuál será el siguiente paso, las sorpresas, definitivamente no van contigo.(continuará)

 

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