¿Quieres ascender en tu puesto de trabajo? Pero no te esfuerzas lo suficiente para lograrlo, piensas: – “a nadie le importa finalmente”.
¿Quieres adelgazar o estar en forma? Haces cualquier cosa como excusa para reafirmar que: ”no tienes tiempo para ir al gimnasio.” o “haces dieta y no puedes adelgazar”.
¿Quieres reinsertarte en el mercado laboral?, pero anulas esa opción diciendo: “hace 10 años que no trabajo”, cuando lo que tienes es inseguridad en regresar llenando tu vida de actividades con tus hijos para no pensar en ello.
Según el libro de Mel Robbins “DEJA DE DECIR QUE ESTAS BIEN”
Las Anti-acciones, son acciones que realizas en lugar de las que tienes que realizar para crecer “ahora” y no “más tarde”.
Muchas veces planeamos tanto nuestras vidas que pensamos que todavía no es el momento de empezar y que existe el momento preciso para hacerlo.
Patricia esta tan preocupada de quedarse soltera en el futuro, que pierde la oportunidad de trabajar en su autoconfianza y de conocer nuevos prospectos todos los días.
Lograr lo que tú quieres no necesariamente se siente como tú piensas.
Una persona que llega por primera vez a una clase de gimnasia algunas veces no trae la vestimenta adecuada, la clase le resulta difícil, suda como nunca pensó, tuvo varios momentos en que se quiso ir y al final por fin acabó y se sintió bien para ser la primera vez.
Vivimos atascados entre lo que tenemos que: escoger, la incertidumbre y las rutinas.
Escoger nos es difícil, tenemos muchas opciones: desde escoger un producto en el supermercado hasta tomar decisiones en nuestras propias vidas. Para saber si nos va a ir bien o no tenemos que experimentarlo venciendo nuestros temores.
La incertidumbre de hacer cosas nuevas siempre genera el temor de que puedan o no puedan salir bien, pero es preferible arriesgar y no ganar a no haber intentado nada por temor.
Para vencer las rutinas, tienes que empezar a realizar cambios desde
lo más pequeño, puede ser: ir a tu gimnasio, levantarte más temprano o acostarte más temprano, cambiando tu vida en un solo acto.
Como dice Mel Robbins en este libro:
“Irónicamente, cuanto mas entrampada sientes tu vida, más te convences de que estas muy bien”