¿COMO HICE PARA ENTRAR EN TU MENTE? (Parte II)
Las Evaluaciones:Al año siguiente había que presentarte a los colegios , teníamos que inscribirte en aquellos que esperábamos fueran para ti, era todo un acontecimiento el tema , con tus hermanas todo había sido más fácil , las inscripciones se realizaban después ,pero ahora resultaba que a los 3 años tenías que ser evaluado para ver si ingresabas o no al colegio elegido. Mí opinión, eras muy pequeño para eso y además emocionalmente no eras tan maduro, pero el sistema se había vuelto así.
Llegó el día de las evaluaciones, te presentamos a 3 colegios, al primero tuviste que ir acompañado por las profesoras del nido, al segundo fuiste con nosotros y al tercero te llevamos y con las mismas te regresamos porque te pusiste a llorar y saliste corriendo del salón donde estaban evaluando al resto de los niños.
Teníamos que esperar los resultados de tus evaluaciones , tu papá y yo sabíamos que eras muy capaz y que ingresarías a alguno de los colegios, pero se nos escapó algo: tú inquietud y curiosidad.
Cuando llegaron las cartas de los resultados de las evaluaciones ,nos encontramos con la sorpresa que no habías ingresado a ninguno. Fuimos a averiguar cuales habían sido las razones: en uno de los colegios nos comentaron que saliste del salón para ver las ranitas de la pileta y no hiciste la evaluación y en el otro conversaste tanto con las profesoras, que a pesar de que te decían que la realices, nunca la hiciste.
Pensamos que podríamos solucionarlo presentando tus papeles a otros colegios, pero se antepuso ante nosotros una pared de concreto, ya no habían vacantes en ninguno, todos evaluaban casi al mismo tiempo y por ende ya estaban todos copados. Nos preguntamos :¿a que colegio vas a ingresar?.
Pedí una cita con la directora del nido, quien me envío a una especialista para que te hiciera una evaluación más exhaustiva, queríamos saber la causa de tu dispersión , ¿qué no te permitió dar los exámenes de manera adecuada?(Idea que creía era la adecuada, porque había sido criada pensando que las cosas se hacían de una sola manera y así tenían que ser.)
En los resultados se reflejó todo lo que sospechábamos , eras muy inteligente, pero probablemente eras hiperactivo y por lo tanto te costaba concentrarte, la especialista había tenido que condicionarte durante toda la evaluación para que hicieras lo que te pedía.
Me derivó a una psicóloga especializada en ese tema quien me dijo que tenías que llevar terapias de atención y concentración. Ella me comentó que cuando te fué a ver al nido , le llamó la atención como jugabas en el recreo. Me decía que tus juegos eran individuales y que empezaban de la misma manera y terminaban en donde los habías iniciado, era como un círculo sin fin y que quizás podrías tener ciertos rasgos del espectro autista.
En ese momento relacioné muchas cosas: tus juegos eran como el ritual de los árboles, el ritual de los maniquíes, los cuales te llamaban tanto la atención, cuando te llevaba a las tiendas que vendían ropa , te quedabas mirándolos absorto, cogiéndoles los pies y las manos.
Todos tenían nombres diferentes que tú habías creado y querías verlos todos los días, en el mismo orden. El ritual que hacías los sábados cuando te llevaba a un centro de arte, que estaba rodeado de plantas y árboles y en vez de pintar e integrarte con los otros niños, pedías una tijera para cortar las ramitas de cada árbol .
¿Cuáles eran las prioridades?, ¿no habían colegios para ti ?, ¿tenía que llevarte a un especialista para ver si realmente tenías un trastorno del Espectro Autista?. En ese momento sentía que se me caía el mundo, me sentía impotente, no entendía porque todo tenía que ser tan complicado, cuando en realidad no tenía que ser así. Lo que si te puedo decir es que soy muy persistente y durante todo el transcurso de mi vida hasta ese momento, nunca me he dado por vencida. Te confieso, que han habido momentos en que he querido tirar la esponja, porque me sentía muy abrumada, pero el verte ir madurando poco a poco y sintiendo que soy un soporte para ti y una prueba permanente de entendimiento y amor para mí, es más que suficiente para recargarme de energía.
El Diagnóstico:
Tu papi y yo fuimos contigo a conocer a este especialista del tema, que nos lo recomendó un psicólogo de confianza. El era una persona muy cálida y muy práctica , te hizo unas evaluaciones, conversó con nosotros y nos dijo que tu diagnóstico era : Síndrome de Asperger.
Me puse a leer a fondo lo que era el Síndrome de Asperger y según Tony Attwood, un psicólogo especialista en el conocimiento del espectro autista , lo resume así: «Quizás el modo más simple de entenderlo es considerar que describe a alguien que percibe el mundo y piensa en él de manera diferente».
Al inicio te llevábamos a consultas con el psicólogo y siempre nos cruzábamos con mamás o papás que traían a sus hijos a talleres de habilidades sociales o a terapia psicológica .Los sentimientos de pena y sobreprotección que se percibían en el ambiente cada vez que te llevaba, me causaban desasosiego, me ponía a hablar con las mamás y papás y sentía una sensación de desesperanza, de no saber que hacer, de sufrimiento y no entendimiento.
Nunca escuchaba soluciones, escuchaba quejas, veía a padres o madres que no tenían paciencia con sus hijos, padres o madres con vergüenza de sus hijos o por el contrario algunos eran demasiado permisivos con ellos y los complacían en todo, porque tenían pena de sus propios hijos, por ser diferentes y declararlos discapacitados.
Creo que el miedo a ingresar a un mundo desconocido y más aún tratándose de un hijo, produce una sensación de inseguridad, paralizándonos como padres a tal grado que no sabemos cómo actuar.
Por momentos éramos permisivos, pero me preguntaba ¿ayudaba el tenerte pena?, me di cuenta que no, por el contrario era anularte como persona. Decidimos tratarte como a un niño más, que si hacías travesuras, te encaprichabas cuando querías que te compráramos algo o te hacías el que no escuchabas y no obedecías, ya sabías que tenías consecuencias, ese día no te llevaba al parque o no íbamos a ver maniquíes o simplemente guardaba uno de tus juguetes favoritos. Tu reacción no era muy asertiva, la pataleta era tu especialidad y teníamos que dejar que la hagas y te pase para hablar contigo, haciéndote reflexionar luego, pero sin ceder.
No era nada fácil, ni sigue siéndolo, cada día qué pasa es un desafío para ti y para mí, juntos estamos aprendiendo a ver el mundo diferente, tu siempre lo has disfrutado, yo recién empiezo a hacerlo, a veces me fastidio cuando te difuerzas mucho, pero al ratito me comienzo a reír de todas tus ocurrencias y payasadas.
Tus actitudes y tú conducta siempre han sido muy cambiantes, hay días que eres como una brisa de aire puro y otros te gana la melancolía y la sensibilidad y si le sumamos tu dispersión y tu falta de filtro, la Guerra de las Galaxias se queda chica al lado tuyo.
Cuando te llevábamos a la casa de tus abuelos o alguien de la familia, la mayoría del tiempo tenía que estar al lado tuyo o turnarme con tu papi, viendo la manera de que te entretengas, por que sino agarrabas todo lo que tenias a la mano y no parabas de moverte de un lado a otro.
Ya eran costumbre los comentarios como:-:no entiendo porque se demora tanto comiendo-, -relájate y déjalo con una persona que lo cuide- o -no obedece es un malcriado, tienes que ponerle más disciplina-.- De repente lo tienes muy engreído-.
Por muchos momentos me cuestioné y me cuestiono mi rol como madre, -¿de repente no estoy haciendo las cosas bien?-me preguntaba. Esa era y es hasta ahora una inseguridad que siempre da vueltas por mi cabeza, a veces inclusive he querido copiar patrones de otras mamás relacionándose con sus hijos, pero al final, después de probar el fracaso, me daba cuenta que mi intuición funcionaba mejor.
A partir de ahí tomé conciencia de algo que ha sido y es primordial para mí y para ti, si emocionalmente yo no estaba ni estoy bien, tu tampoco. Tienes una hipersensibilidad que capta esos sentimientos como un radar y tu primera reacción es ponerte triste, quedándote pensativo o llendo a llorar al sillón boca abajo para que nadie te vea.
Pero cada día siento que te conozco y te entiendo más , en ese momento escucho tu corazón , me acerco a ti , te siento en mis piernas, miro tu rostro y te digo “te amo mucho, eres muy importante para mí “, en ese momento sueltas un llanto profundo de desfogue de todo lo que aguantas y tienes que aguantar cada día, como el tratar de socializar y entender que el mundo es diferente a como tú lo percibes. Te limpias tus ojos con un tisú y te relajas.
En ese momento pienso -tengo que aprender a sobrellevar mis propios problemas, nadie tiene que cargar con ellos y menos tú-.
Cuando me sentía o me siento así ,mi solución era y es hasta ahora llevarte al parque para que te relajes, nos quedábamos y nos quedamos mirando los árboles y las flores y te daba tú tijerita que hasta hoy lo haces, para que emparejes las plantas desiguales y saques la hierba mala. Te encantaban y te encantan hasta ahora las flores Diente de León, es como una magia para tí , las soplas y sus flores vuelan como algodones, pero lo que más me gusta a mí es ver tu rostro de emoción y alegría al verlas volar, igual que las burbujas que hasta ahora te encanta soplarlas y perseguirlas, inclusive hasta tus perros las persiguen contigo, es algo muy gracioso y tierno.
Algo que he aprendido y lo sigo haciendo es que un diagnóstico, por más certero que sea no debe influir sobre la crianza de nuestros hijos, por que sin querer los sobreprotegemos y no los preparamos para que logren su autonomía y su seguridad en sí mismos, lamentablemente no sabemos cuánto tiempo estaremos al lado de ellos.
Por esa misma razón me puse a analizar de manera objetiva tu personalidad y llegué a estas conclusiones: No es que seas raro, yo también soy un poco rara, no es que no puedas salir adelante solo, para mí también fue difícil hacerlo.
¿Monotemático ?, si eres, ¿pero quién no es cuando le apasiona algo?, cuando yo era adolescente me escuchaba el disco de 45 de la canción “Mr.Postman” de Los Carpenters el día entero, hasta que lograba que mis hermanas lo detestaran.
¿Falta de empatía?, pero me pregunto ¿tenian empatía conmigo, cuando me fastidiaban en el colegio? ¿Tenían también Síndrome de Asperger las/los que hacían o hacen bullying?
Yo diría que eres más inteligente que muchos, sabes más cosas que el resto, eres mucho más sensible que otros niños, serias incapaz de abandonar a un amigo que realmente te necesite. La sinceridad y el poco filtro que tienes, te hacen auténtico y confiable, porque dentro de tu racionalidad existe un corazón sensible y compasivo.
Porque cuando das tus puntos de vista o hablas de alguna materia, es porque conoces muy bien ese tema, a pesar de que sin querer te pueden percibir vanidoso. Por esa misma razón, a veces te cuesta mucho tener amigos, quieres tenerlos pero no sabes como, te comento que a mí también me fue difícil hacer amig@s, era muy tímida, pero con el tiempo he aprendido a socializar, no es difícil, pero los verdaderos amig@s no son muchos, dicen que son contados con los dedos, yo pienso que sí, algún día me dirás si tengo o no la razón, de repente tienes más suerte que yo. (Continuará).